¿Muchas marcas chinas? Sí, pero no tantos fabricantes como parece
- Benjamín Chellew
- 7 jul
- 4 Min. de lectura
Actualizado: 9 jul
En los últimos años, el mapa automotriz chino ha crecido de forma explosiva. Nuevas marcas, nombres difíciles de pronunciar y SUV que llegan de pronto a mercados internacionales sin mucho contexto previo. Pero cuando uno escarba un poco más profundo, se revela una verdad fascinante: buena parte de estas marcas tienen un mismo dueño.

La industria automotriz china está controlada por una docena de grandes grupos, muchos de ellos estatales, que han desplegado una estrategia agresiva de marcas múltiples, fusiones y alianzas tecnológicas.
Fabricantes estatales: la columna vertebral de la industria
La mayoría de los grandes fabricantes chinos son propiedad del Estado. No es una coincidencia. Desde los años 50, China ha impulsado un modelo industrial en el que el gobierno, tanto central como local, conserva el control de sectores clave como el automotriz. Entre ellos destacan SAIC Motor, Chery, FAW, Dongfeng, BAIC, Changan y JAC.
SAIC Motor, por ejemplo, nació en los años 50 en Shanghái y hoy controla marcas como MG y Roewe, además de asociarse con General Motors y Volkswagen. FAW Group, creado en 1953, es el fabricante más antiguo de China y el responsable de la lujosa Hongqi, la marca utilizada por presidentes y líderes del Partido Comunista.
Dongfeng Motor, por su parte, ha mantenido una presencia importante tanto en vehículos civiles como militares, y recientemente ha apostado por submarcas como Forthing, Voyah y Mengshi para electrificar su portafolio. BAIC, desde Pekín, combina marcas como Arcfox con joint ventures junto a Hyundai y Mercedes-Benz.
Changan, otro gigante estatal, se ha convertido en uno de los nombres más avanzados del ecosistema eléctrico. Además de su marca madre, impulsa Deepal, una división tecnológica enfocada en vehículos inteligentes, y Avatr, una joint venture con CATL y Huawei que ha captado atención en Europa.
Chery: el más dinámico entre los fabricantes chinos
Fundada en 1997 por el gobierno de Wuhu, Chery Automobile se ha convertido en un fenómeno global. No sólo por su volumen (más de 2.6 millones de unidades vendidas en 2024), sino por la estructura tan diversa de marcas que ha construido. Aparte de su línea principal, ha desarrollado submarcas como Exeed, Jetour, iCar, Karry y otras para cubrir desde comerciales hasta autos eléctricos urbanos.
En años recientes, Chery ha emprendido una agresiva expansión internacional con nuevas marcas como Omoda y Jaecoo, enfocadas en SUV premium para exportación, y Lepas, que debutará en Reino Unido y Sudáfrica a partir de 2025. También ha relanzado Rely como línea de pickups y colabora con Huawei en la creación de Luxeed, una submarca de alto nivel tecnológico.
Además, conserva una participación del 18% en Kaiyi Auto, una marca orientada a vehículos económicos cuya mayoría accionaria pertenece al gobierno de Yibin.
Los grandes privados: Geely, BYD y Great Wall
A diferencia de la mayoría, Geely Holding es una empresa privada y posiblemente la más internacional. Fundada por Li Shufu en los 90, Geely es hoy propietaria de Volvo Cars, Lotus, Zeekr, Lynk & Co, Geometry y Maple, y mantiene participación en Mercedes-Benz (alrededor del 9.7%). También ha iniciado alianzas con Renault y Baidu, consolidando su posición como un jugador global.
BYD (Build Your Dreams), aunque de origen privado, ha contado con fuerte respaldo local y se ha especializado en electrificación desde sus inicios como fabricante de baterías. Su catálogo incluye marcas como Denza (en alianza con Mercedes-Benz), Yangwang y Fangchengbao, con propuestas que compiten en segmentos tan diversos como sedanes compactos y SUV de lujo.
Great Wall Motor, nacida en los años 80, ha apostado todo por el segmento SUV y pick-up, con marcas como Haval, WEY, Tank, Ora (eléctrica) y Poer. Su estrategia es menos expansiva en marcas, pero muy enfocada en dominar nichos concretos.
Las startups EV: tecnología, inversión y expansión
Desde 2015, el gobierno chino impulsó la entrada de nuevas marcas privadas enfocadas 100% en autos eléctricos. Entre las más destacadas están NIO, XPeng, Li Auto, Leapmotor y Seres, con la llegada en el último año de Xiaomi que está explorando el sector automotriz.
NIO, con su sede en Shanghái, ha recibido inversiones de Tencent y del fondo soberano de Abu Dhabi (CYVN). Su gama de SUV y sedanes premium ha ganado relevancia por su enfoque en baterías intercambiables. XPeng, respaldada por Alibaba, se posiciona como un competidor directo con fuerte foco en conducción autónoma. Li Auto, orientada a SUV familiares híbridos, es respaldada por el fundador de Meituan.
Leapmotor, en tanto, firmó un acuerdo con Stellantis, quien adquirió el 21% de sus acciones para distribuir sus modelos fuera de China. Seres, por último, opera de la mano de Huawei a través de su marca AITO, cuya propiedad fue transferida por completo a Seres en 2024.
Otros grupos más pequeños: BAW y ZX Auto
BAW (Beijing Automobile Works) fue durante décadas una división estatal dedicada a vehículos militares y utilitarios. En 2015 fue privatizada y desde entonces ha resurgido con productos como el 212 T01, una reinterpretación moderna del 212 original, ahora con motor 2.0 turbo, 4×4, suspensión reforzada y diseño retro.
ZX Auto, por su parte, es una empresa de propiedad mixta nacida en 1949, especializada en pickups como la Terralord y la Weishi 1949, y mantiene presencia en más de 90 países. Aunque menos conocida fuera de Asia, su crecimiento ha sido constante en mercados emergentes.
Lo que parece una avalancha de nuevas marcas chinas en realidad proviene de menos de 15 fabricantes principales. Algunos —como Chery— optan por lanzar múltiples submarcas con identidades diferenciadas para mercados locales e internacionales. Otros —como BYD o Great Wall— prefieren expandirse con líneas más coherentes y tecnología propia.
Conocer quién está detrás de cada marca no solo permite entender mejor el mercado, sino también anticipar tendencias, colaboraciones estratégicas y el futuro del desarrollo automotor global.