Acuerdo EE.UU. – Argentina: ¿cómo cambiará la industria automotriz con el nuevo acceso preferencial?
- Benjamín Chellew
- hace 3 días
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Aunque todavía falta conocer la letra chica, el reciente anuncio del acuerdo comercial entre Estados Unidos y Argentina podría cambiar la industria automotriz en la región. El documento oficial ya menciona explícitamente al sector automotor dentro de los bienes que recibirán un tratamiento preferencial.

En Argentina, los aranceles extrazona alcanzan el 35% y el Mercosur ha definido durante décadas la estructura comercial del mercado Suramericano. El acuerdo podría convertirse en un punto de inflexión para la importación, precios, oferta y homologación de modelos fabricados en suelo estadounidense.
Un acuerdo inédito dentro de un bloque históricamente rígido
El comunicado bilateral establece que el objetivo es profundizar la cooperación comercial e impulsar crecimiento económico, con énfasis en transparencia, inversión y eliminación de trabas regulatorias. Dentro del capítulo arancelario aparece la frase clave “acceso preferencial a los mercados estadounidenses para las exportaciones de bienes, incluidos vehículos automotores”. Hasta ahora, ese privilegio solo existía para México mediante el ACE 55 y para Colombia bajo el ACE 72. Para el resto de los países fuera de esos marcos, incluido Estados Unidos, el arancel fijo del 35% ha sido una barrera importante.
La firma de este acuerdo no implica eliminación inmediata del impuesto, pero abre la posibilidad de flexibilizarlo mediante cupos, rebajas graduales o regímenes temporales similares al que existe actualmente para híbridos y eléctricos, limitado a cincuenta mil unidades anuales sin arancel.
Una modificación de este tipo no solo afecta la dinámica argentina, sino que podría tensionar las estructuras regulatorias del Mercosur y obligar a otros países sudamericanos a reevaluar su postura. Si Argentina logra importar con ventajas desde Estados Unidos mientras sigue exportando a Brasil y Uruguay sin arancel, el equilibrio del bloque entraría en revisión.
Modelos, marcas y la posibilidad real de Tesla
Si se establece una reducción o eliminación parcial del arancel, los modelos fabricados en Estados Unidos ganarían competitividad inmediata. Hoy el mercado argentino recibe principalmente pick-ups full-size como Ford F-150, RAM 1500 y 2500, junto a modelos específicos como Jeep Gladiator, Wrangler, Grand Cherokee, Ford Mustang, Honda CR-V y parte de la línea BMW producida en Carolina del Norte. Entre enero y octubre de 2025, la Ford F-150 fue el modelo estadounidense más vendido con 795 unidades.
La marca que más atención genera en este escenario es Tesla. Actualmente la compañía solo opera oficialmente en Chile dentro de Sudamérica, y está iniciando operaciones en Colombia este mes. En Argentina ya circulan unidades importadas a través de permisos individuales, como la Cybertruck, pero un acuerdo comercial con normas de homologación simplificadas podría acelerar un desembarco oficial. Con el lanzamiento del Model Y Standard como la opción más accesible del catálogo, la presión competitiva sobre BYD y el mercado eléctrico emergente en la región aumenta.
La reciprocidad es otro aspecto clave. Hoy Argentina no exporta vehículos a Estados Unidos. El último fue la Mercedes-Benz Sprinter producida en Virrey del Pino. Sin embargo, el país se consolidó como uno de los hubs globales de fabricación de pick-ups, con aproximadamente trescientas mil unidades anuales y una demanda creciente en Latinoamérica y el sudeste asiático.
Según analistas del sector, si Argentina accede al mercado estadounidense y logra siquiera un cinco por ciento de penetración en el segmento de camionetas destinadas al trabajo —un mercado de más de tres millones de unidades anuales— la producción Argentina podría aumentar hasta un cincuenta por ciento. Ese salto no solo transformaría el mercado interno, sino que también colocaría al país en una posición estratégica dentro de la cadena automotriz continental.
Aunque la industria mantiene cautela hasta conocer detalles técnicos, el anuncio ya mueve percepciones y estrategias. La entrada preferencial de vehículos estadounidenses puede generar presión comercial sobre mercados vecinos, especialmente Brasil, que es hoy el principal proveedor regional de vehículos para Argentina.
Un cambio en volúmenes, precios o disponibilidad podría acelerar negociaciones paralelas, impulsar nuevos acuerdos latinoamericanos o incluso reactivar debates sobre modernización del Mercosur.



