¿Qué batería es mejor para un auto eléctrico? Conoce las principales opciones
- Benjamín Chellew
- 12 feb
- 3 Min. de lectura
El auge de los vehículos eléctricos ha llevado a una competencia feroz entre fabricantes y proveedores de baterías para mejorar la autonomía, la seguridad y la eficiencia energética. En este contexto, la química y el diseño de las baterías juegan un papel fundamental, determinando factores clave como la vida útil, el tiempo de carga y los costos de producción. En 2025, la industria estará impulsada por cinco principales tecnologías de químicas para baterías, cada una con sus ventajas y desafíos.

Además de la composición química, el diseño o formato de la celda influye en la eficiencia energética y el diseño del vehículo. Desde celdas cilíndricas utilizadas en modelos de alto rendimiento hasta formatos prismáticos y pouch que optimizan el espacio en vehículos de gran volumen, el desarrollo de nuevas configuraciones sigue transformando la industria automotriz.
Estas son las cinco químicas de baterías más relevantes y los formatos más utilizados en el mercado global de vehículos eléctricos en 2025.
1. Óxido de litio, níquel, manganeso y cobalto (NMC)
Las baterías de óxido de litio, níquel, manganeso y cobalto (NMC) siguen dominando el mercado global de vehículos eléctricos, con una participación del 60% en 2022. Su popularidad se debe a la combinación de una alta densidad de energía y una buena estabilidad térmica, lo que las convierte en una opción atractiva para fabricantes como BMW, Volkswagen y Ford.
Uno de sus mayores beneficios es la relación entre capacidad energética y peso, lo que permite vehículos con autonomías más largas sin comprometer el rendimiento. Sin embargo, su vida útil es moderada y el uso de cobalto sigue siendo un desafío, debido a su alto costo y preocupaciones éticas sobre su extracción.
Mayor eficiencia en la gestión térmica.
Reducción del uso de cobalto para mejorar la sostenibilidad.
Aplicaciones en modelos de alto rendimiento y de larga autonomía.
2. Fosfato de hierro y litio (LFP)
Las baterías de fosfato de hierro y litio (LFP) han ganado terreno, especialmente en el mercado chino, donde en 2022 representaron casi el 30% del mercado de baterías para vehículos eléctricos. Su mayor ventaja es la seguridad térmica, ya que son menos propensas a incendios o sobrecalentamientos en comparación con otras químicas de iones de litio.
A pesar de tener una densidad de energía menor que las NMC, ofrecen una vida útil más prolongada y costos de producción más bajos. Marcas como Tesla y BYD han adoptado esta tecnología en modelos de acceso, priorizando la confiabilidad y costos de operación reducidos.
Creciente adopción en modelos urbanos y comerciales.
Expansión en mercados fuera de China.
Optimización en densidad energética para mejorar autonomías.
3. Óxido de litio, níquel, cobalto y aluminio (NCA)
Las baterías NCA han sido clave en la estrategia de Tesla, que junto con Panasonic ha desarrollado esta química para mejorar la densidad energética de sus modelos. Aunque en 2022 su participación fue del 8%, estas baterías destacan por su alto rendimiento y eficiencia en la entrega de energía.
Sin embargo, presentan desafíos en términos de estabilidad térmica y vida útil, lo que limita su adopción a ciertos segmentos de vehículos eléctricos. La investigación en nuevos electrolitos y sistemas de refrigeración sigue siendo fundamental para mejorar su rendimiento y seguridad.
Mayor presencia en vehículos de alto rendimiento.
Mejoras en sistemas de gestión térmica.
Aplicaciones en modelos premium y de largo alcance.
4. Baterías de iones de sodio
Las baterías de iones de sodio están ganando relevancia como una opción más accesible y sostenible. Su ventaja principal radica en la disponibilidad de materias primas, lo que podría reducir costos de producción y dependencia del litio.
Aunque su densidad energética es inferior a las de iones de litio, son una solución viable para vehículos de corto alcance y almacenamiento de energía en redes eléctricas. Empresas como CATL están impulsando el desarrollo de esta tecnología, con expectativas de comercialización en modelos compactos y soluciones de micromovilidad.
Reducción de costos de producción.
Mayor investigación para mejorar la densidad energética.
Aplicación en flotas urbanas y transporte público.
Formatos de celdas: Cilíndricas, prismáticas y pouch
Además de la química, el diseño del formato de las celdas juega un papel crucial en la eficiencia de las baterías para vehículos eléctricos. Actualmente, tres formatos dominan el mercado:
Cilíndricas: Utilizadas por Tesla y Rivian, ofrecen alta densidad energética y facilidad de producción. Son ideales para vehículos de alto rendimiento.
Prismáticas: La elección de marcas como Volkswagen y BYD, permiten un mejor aprovechamiento del espacio dentro del pack de baterías, optimizando la integración en el chasis del vehículo.
Pouch: Adoptadas por fabricantes como General Motors y Hyundai, destacan por su flexibilidad de diseño y bajo peso.
Cada formato tiene ventajas específicas según el tipo de vehículo y la estrategia del fabricante. La optimización en la gestión térmica y la eficiencia energética seguirá siendo clave en el desarrollo de nuevas generaciones de baterías.
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