Panamá desarrolla baterías de litio y abre la puerta a una futura industria automotriz
- Mario Andrés Muñoz
- hace 1 día
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En los laboratorios de la Universidad Tecnológica de Panamá (UTP), con el respaldo de la Secretaría Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (Senacyt), se está gestando una innovación que podría cambiar el panorama energético del país y abrir posibilidades para la industria automotriz: la fabricación de baterías a partir de materiales reciclables.

La doctora Elida Isabel de Obaldía, coordinadora de la sección de dispositivos de almacenamiento energético de la UTP, explicó que el equipo de investigación trabaja en el desarrollo de baterías y pseudocapacitores utilizando residuos como cáscara de guandú, bambú, nance, plátano y cascarilla de arroz. De esos materiales se obtiene carbón activo, que luego se convierte en electrodos para baterías de litio y iones de sodio.
“Estamos estudiando los electrodos más negativos, los ánodos, y buscamos innovaciones con materiales reciclables para después armar baterías completas. El grafito es ideal para litio, pero no para sodio; por eso necesitamos carbones duros, capaces de almacenar este tipo de ion” Elida de Obaldía Coordinadora de la sección de dispositivos de almacenamiento energético de la UTP
Actualmente, los prototipos que se producen en Panamá tienen formato de batería tipo moneda, similares a las que se usan en relojes o balanzas. Sin embargo, su función principal en el laboratorio es permitir la investigación y escalamiento de materiales hacia baterías de mayor capacidad.
¿Una industria automotriz nacional?
Aunque la investigación aún está en etapa experimental, la doctora de Obaldía confirmó que en Panamá sí es posible fabricar baterías para automóviles eléctricos e híbridos. “La idea es que esta línea de investigación surja lo suficiente para tener una industria de baterías en Panamá. Tenemos el talento humano y equipos, pero se requiere más inversión y la participación del sector privado”, afirmó.
El proyecto cuenta además con el apoyo del profesor Arthur James, quien mantiene vínculos con el sector empresarial. Según de Obaldía, el objetivo es desarrollar baterías de sodio más accesibles que las de litio, ideales para almacenar energía solar o eólica en viviendas, y que en el futuro puedan escalarse a sistemas de movilidad eléctrica.
Un avance con respaldo estatal
El laboratorio Pierre Marie Curie de la UTP, donde se realizan estas investigaciones, es el primero en el país con capacidad para ensamblar baterías desde cero. “Antes dependíamos de colaboraciones internacionales; ahora podemos fabricar, testear y analizar celdas en Panamá”, destacó de Obaldía, quien agradeció el apoyo de Senacyt.
El Gobierno panameño también impulsa la atracción de industrias tecnológicas mediante el decreto de microelectrónica y semiconductores, lo que se alinea con esta apuesta científica. Para la investigadora, el mayor activo es el talento local: jóvenes formados en química, materiales, electricidad y almacenamiento energético que podrán contribuir a una industria nacional.
De la investigación a la carretera
Aunque hoy los avances se ven en pequeños prototipos, la visión de la UTP es clara: Panamá puede producir baterías para vehículos eléctricos si logra escalar sus investigaciones y sumar inversión privada.
“Es nuestro sueño que los estudiantes que se gradúan en estas áreas trabajen en proyectos técnicos que impulsen al país. Tenemos la capacidad de innovar, y eso abre una oportunidad para que Panamá se convierta en un actor en la movilidad sostenible”, concluyó la doctora Elida Isabel de Obaldía.