Pagó millones por un Aston Martin Valkyrie y terminó con una pesadilla

El Aston Martin Valkyrie, uno de los hypercars más exclusivos y radicales del mundo, parece que no es para cualquiera, y no solo por su precio. Esta vez, no por su imponente motor V12 atmosférico ni por los 3.5 millones de dólares que se necesitan para comprarlo, sino por una demanda interpuesta por un propietario alemán que acusa al fabricante de entregar un vehículo inseguro y lleno de defectos técnicos.

La demanda fue presentada ante un tribunal de Colonia por un empresario de origen árabe radicado en Alemania, quien encargó su Aston Martin Valkyrie en 2021. Según el reporte del diario alemán Handelsblatt, el vehículo —que aún no ha sido matriculado para circular legalmente en las calles— presenta graves defectos desde su entrega. El cliente asegura que el auto “no cumple con las regulaciones básicas de seguridad vial” y califica la experiencia como una “pesadilla mecánica y legal”.

La disputa va más allá del ámbito técnico. El propietario afirma haber gastado más de 3.5 millones de dólares, y sin embargo, el Valkyrie fue entregado en condiciones que lo hacen "inutilizable en la vía pública". Entre los problemas descritos se encuentran “mal funcionamiento del sistema eléctrico, múltiples advertencias en el panel de instrumentos y un sistema híbrido que no opera correctamente”. Además, señala que los acabados del interior están “muy por debajo del estándar esperado para un vehículo de esta categoría”.

Aston Martin responde, pero los cuestionamientos crecen

Ante la creciente atención mediática, Aston Martin ha emitido una declaración asegurando que “el Valkyrie es un auto de ingeniería extrema, desarrollado con tecnología derivada de la Fórmula 1” y que los clientes fueron informados sobre las complejidades del modelo antes de la entrega. No obstante, en el caso del demandante, el fabricante no ha emitido comentarios públicos adicionales sobre los defectos reportados ni sobre la posibilidad de reembolso.

Esta no sería la única queja en torno al modelo. Otros clientes habrían expresado frustración por los continuos retrasos en la producción, la falta de piezas de repuesto y las complicaciones para homologarlo como vehículo de calle, especialmente en mercados fuera del Reino Unido.

El Valkyrie, desarrollado en colaboración con Red Bull Advanced Technologies, fue pensado como un hypercar homologado para calle, pero su nivel de sofisticación parece haber superado los estándares prácticos de uso cotidiano. Parece que solo verdaderos profesionales como Fernando Alonso —que recibió una unidad exclusiva del hypercar— podrán disfrutar de los placeres de esta extravaganza.