Luca de Meo renuncia como CEO de Renault y da un giro hacia el sector del lujo
- Benjamín Chellew
- 16 jun
- 3 Min. de lectura
Luca de Meo no es un nombre cualquiera en la industria automotriz. Desde su llegada a Renault en julio de 2020, se convirtió en el rostro visible de una transformación profunda. Hoy, tras cuatro años al frente del Grupo Renault, el ejecutivo italiano ha anunciado su salida oficial para el próximo 10 de julio de 2025, dando paso a una nueva etapa profesional: se integrará al conglomerado francés de lujo Kering, propietario de marcas como Gucci y Balenciaga.

Para quienes seguimos de cerca la evolución del sector automotor europeo, esta noticia no pasa desapercibida. De Meo no solo reorganizó la casa francesa: le devolvió rumbo, propósito y una voz clara en una industria en plena revolución.
Cuando Luca de Meo llegó a Renault, la marca estaba golpeada tras la salida de Carlos Ghosn y atravesaba una crisis de identidad. De Meo tomó las riendas con una hoja de ruta clara que bautizó como “Renaulution”: un plan ambicioso para reposicionar a Renault como una marca rentable, innovadora y alineada con el futuro eléctrico.
Durante cinco años, Luca de Meo ha trabajado para devolver al Grupo Renault al lugar que le corresponde. Bajo su liderazgo, nuestra empresa ha recuperado una base sólida, cuenta con una gama de productos impresionante y ha retomado el crecimiento. Además de ser un capitán de la industria excepcional, Luca de Meo es también una persona creativa, comprometida, apasionada e inspiradora. Jean-Dominique Senard, presidente del Grupo Renault
Impulsó la creación de Ampere, la división especializada en movilidad eléctrica; reavivó la alianza con Nissan y Mitsubishi, y priorizó productos de mayor valor, con lanzamientos como el Mégane E-Tech y una línea Dacia más sólida y competitiva. Bajo su liderazgo, Renault dejó atrás la carrera por el volumen y se enfocó en la calidad y rentabilidad.
Tal como lo expresa el comunicado oficial del grupo: “Luca de Meo ha emprendido un proceso profundo de transformación del Grupo Renault que ha comenzado a dar frutos”.
Una transición medida: Thierry Piéton toma el relevo interino
La salida de de Meo fue cuidadosamente organizada. El próximo 10 de julio, el Consejo de Administración de Renault se reunirá para formalizar su renuncia. A partir de ese momento, Thierry Piéton, actual director financiero del grupo, asumirá el cargo de CEO interino mientras se lleva a cabo la búsqueda de un sucesor permanente.
Jean-Dominique Senard, presidente del Consejo, no tardó en expresar su gratitud: “Gracias a su visión estratégica y capacidad de ejecución, Luca ha consolidado a Renault en un momento de gran transformación para la industria”.
La gran sorpresa es su destino: el grupo Kering, un gigante del lujo francés. Se espera que de Meo asuma como CEO en 2026, sustituyendo a François-Henri Pinault. Aunque a primera vista pueda parecer un giro abrupto, su perfil encaja. De Meo tiene una sólida trayectoria en marketing y reposicionamiento de marcas, como ya demostró en SEAT y en Renault.
Su capacidad para comprender las dinámicas del consumidor y aplicar una visión estratégica lo convierte en una pieza interesante en una industria que, como la automotriz, también se enfrenta a profundos cambios.
¿Qué significa esto para Renault?
Aunque la renuncia de un CEO puede parecer un simple movimiento corporativo, el impacto es real. Las decisiones estratégicas que se toman desde el corazón del grupo pueden alterar el ritmo de lanzamientos, alianzas clave, inversiones en electrificación y hasta la configuración de futuras gamas de producto.
Renault ha sido uno de los fabricantes europeos más activos en la transición hacia modelos eléctricos y en redefinir el papel de las marcas tradicionales frente a la competencia de nuevos actores. La continuidad de esa visión —y su ejecución— ahora dependerá del liderazgo que tome el relevo.
Luca de Meo deja Renault en un momento de relativa estabilidad, pero también en pleno cambio. El entorno global no es sencillo: tensiones comerciales, regulaciones ambientales más exigentes, competencia feroz y consumidores cada vez más digitales.
El plan Renaulution queda en manos del equipo directivo y del futuro CEO. ¿Se mantendrá el rumbo actual o vendrá un giro de timón?
Comments