Venta de híbridos enchufables supera al diésel por primera vez en Europa
- Benjamín Chellew
- hace 5 días
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Durante años, el diésel fue el “combustible lógico” para quien hacía muchos kilómetros, y Europa fue su bastión. Hoy, ese guion cambió por completo: por primera vez en la historia, los híbridos enchufables (PHEV) superan en ventas a los vehículos diésel en el mercado europeo.

El movimiento parece lejano, pero adelanta tendencias que inevitablemente alcanzarán a mercados como Panamá y Centroamérica, donde todavía predominan la gasolina y el diésel, pero, aunque lento, ya se discuten incentivos e infraestructura para la electromovilidad.
Según datos de la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (ACEA), en los primeros diez meses de 2025 los híbridos enchufables alcanzaron una cuota de mercado de 9,4 %, mientras que los vehículos diésel cayeron a 8 % del total de matriculaciones nuevas en el bloque ampliado que incluye a la Unión Europea, los países de la EFTA y el Reino Unido.
Hace poco más de una década, el panorama era completamente distinto. En los años 2010, los diésel llegaron a representar más del 50 % de las ventas de autos nuevos en Europa.
La caída ha sido tan rápida que varios analistas la describen como una de las debacles más abruptas de un tren motriz en la historia reciente de la industria.
El orden actual de las motorizaciones en Europa queda así: los híbridos no enchufables dominan el mercado con 34,7%, seguidos por los gasolina con 26,9% y los eléctricos a batería (BEV) con 18,3%. Los PHEV se ubican ahora por delante del diésel con ese 9,4% de participación.
En el dato de solo la Unión Europea, la carrera es todavía más ajustada: los PHEV se sitúan alrededor de 9,1% y el diésel cerca de 9,2%, pero al incluir mercados muy electrificados como Noruega y el Reino Unido, el híbrido enchufable se despega y deja ver una tendencia clara.
Pero esto parece haberse acelerado considerablemente en los últimos meses- En octubre, las matriculaciones de PHEV crecieron 43,2% interanual, el mayor crecimiento entre todos los trenes motrices, mientras las ventas de diésel retrocedieron más de 20% frente al año anterior.
De Dieselgate a 2035 ¿cómo se derrumbó el Rey del Kilometraje?
El punto de inflexión tiene nombre y fecha: Dieselgate, 2015. El escándalo de manipulación de emisiones del Grupo Volkswagen quebró la confianza del público en la tecnología diésel y obligó a los reguladores a endurecer controles y normas.
Desde entonces, la cronología de la caída ha sido clara: en 2017 la gasolina superó al diésel por primera vez desde 2009; en 2021 lo hicieron los híbridos convencionales; en 2022, los eléctricos puros pasaron por delante; y en 2025, los híbridos enchufables terminan de sacarlo del podio.
Las normas europeas de emisiones cada vez más exigentes han disparado los costos de desarrollo y homologación de motores diésel limpios, sobre todo en segmentos pequeños donde los márgenes son reducidos. Allí donde antes había Polo, Clio o Smart ForTwo con motor diésel, hoy hay motores de gasolina más eficientes, híbridos o directamente versiones eléctricas.
Al mismo tiempo, la Unión Europea avanza hacia el objetivo de prohibir la venta de nuevos vehículos de combustión interna a partir de 2035, lo que obliga a los fabricantes a reducir drásticamente las emisiones promedio de sus flotas so pena de multas multimillonarias.
En ese contexto, los PHEV se convierten en una herramienta perfecta para la industria: suman kilómetros “eléctricos” al balance regulatorio, permiten ofrecer etiqueta ecológica al cliente y exigen menos inversión en baterías que un EV de gran autonomía.
No es casualidad que algunos directivos de grandes grupos europeos, que hace pocos años calificaban la meta 2035 como “ambiciosa pero alcanzable”, ahora adviertan que las marcas se dirigen “a toda velocidad contra un muro” si no se ajustan los plazos o las reglas del juego.
La consecuencia inmediata es un boom de híbridos enchufables que, según varios analistas, responde más a una estrategia de supervivencia corporativa que a una revolución espontánea de la demanda.
Para mercados como Panamá y el resto de Centroamérica, donde el diésel mantiene un peso importante en flotas de trabajo, pick-ups y vehículos comerciales, lo que ocurre en Europa no deja de ser una señal de hacia dónde empujan las regulaciones y la tecnología global.
A medida que los fabricantes priorizan el desarrollo de híbridos, híbridos enchufables y eléctricos para cumplir con sus metas en la Unión Europea, esa misma oferta termina llegando, con cierto rezago, a los concesionarios de la región.
En el corto plazo, el diésel difícilmente desaparezca de la noche a la mañana en Centroamérica: seguirá siendo relevante en transporte pesado y aplicaciones de alto kilometraje. Pero la caída a un solo dígito en Europa anticipa que cada vez habrá menos modelos nuevos disponibles con esta tecnología, y que las futuras “actualizaciones” para nuestra región se apoyarán más en motores de gasolina eficientes, híbridos y, gradualmente, PHEV y BEV.
Para el comprador panameño o centroamericano que hoy mira un SUV, una pick-up o un sedán, la pregunta ya no es solo ¿cuánto consume el diésel?, sino cuánto tiempo más tendrá sentido apostarle a una tecnología que, en su principal mercado de referencia, ya fue relegada al cuarto lugar.



