Un Evo para una nueva generación; Mitsubishi admite que el sueño sigue vivo.
- Benjamín Chellew
- hace 3 días
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Han pasado casi diez años desde que el último Mitsubishi Lancer Evolution salió de producción en 2016, dejando un vacío difícil de llenar para los entusiastas del rally y la cultura tuner, pero eso podría cambiar. Mitsubishi dejó abierta la posibilidad de revivir al Evo, aunque en un formato adaptado a una nueva era: híbrido o incluso completamente eléctrico.

La noticia toma fuerza tras una entrevista concedida al medio australiano Drive por Kaoru Sawase, uno de los ingenieros más influyentes dentro de Mitsubishi y responsable histórico del sistema Super All-Wheel Control, el mismo que definió la leyenda del Evo. Sawase no habló en tonos corporativos ni con frases preparadas. Simplemente dijo: “We have a dream, of course, for Lancer Evolution. It’s my personal dream.”
Esa frase, casi íntima, fue suficiente para encender titulares alrededor del mundo, porque no solo expresa nostalgia: viene acompañada de contexto técnico. Sawase aseguró que Mitsubishi cuenta con las tecnologías necesarias para hacerlo posible y que cualquier renacimiento del Evo tendría que alinearse con el rumbo de la industria actual.
Con sus palabras, dejó claro que electrificación no sería una opción cosmética, sino una base “Naturally, considering the global environment, the times, that will be the direction that we will be going.”

¿Un Evo híbrido? ¿O eléctrico?
Mitsubishi ya tiene experiencia en electrificación aplicada al alto desempeño. Más de una década atrás, la marca marcó récords en Pikes Peak con un prototipo eléctrico de más de 600 caballos. Y hoy, el sistema S-AWC continúa evolucionando, ahora integrado en variantes híbridas enchufables como el Outlander PHEV.
Esto hace que el regreso del Evo, si ocurre, no necesariamente se base en el pasado sino en una reinterpretación moderna: torque instantáneo de motores eléctricos, tracción integral avanzada, control vectorial más preciso y una arquitectura pensada para combinar desempeño con regulaciones globales cada vez más exigentes.

Aun así, esto sigue siendo solo un sueño. No hay plataforma actual para un sedán, el Lancer desapareció de los mercados globales en 2017 y revivirlo requeriría una inversión considerable. Algunos rumores incluso sugieren que, de volver, el Evo podría existir como modelo independiente en lugar de una versión derivada de un sedán tradicional., o utilizar alguna plataforma de las marcas asociadas como Nissan o Renault.
No es coincidencia que estas conversaciones surjan ahora. Subaru también ha insinuado una nueva era para el WRX, y Toyota ha convertido su división Gazoo Racing en referencia mundial. Todo apunta a que la cultura japonesa del performance, que dominó los años 90 y 2000, podría estar entrando en una segunda vida electrificada.
Para mercados como Panamá y Centroamérica, donde la conexión emocional con íconos japoneses sigue siendo fuerte, la posibilidad de ver de nuevo un Evo —aunque no rugiera como antes— toca una fibra nostálgica particular.
Hoy, el regreso del Evo no está confirmado. No hay prototipo ni fecha ni anuncio oficial. Pero lo dicho por Sawase no es de ser tomado a la ligera, es la primera señal pública, con peso técnico detrás, de que dentro de Mitsubishi todavía hay ingenieros que no han dejado morir la idea.
Si ese sueño se convierte en diseño, y ese diseño en prototipo, y ese prototipo en producción, el Evo regresaría no como un homenaje, sino como una reinterpretación hecha para una industria que cambió para siempre.



