En un esfuerzo por revitalizar el sector automotor, el gobierno argentino ha implementado una serie de reducciones impositivas que afectan a los vehículos de diversas gamas. Con una reducción significativa de los impuestos internos y la eliminación de aranceles en ciertos segmentos, las nuevas políticas fiscales podrían influir en la estrategia de importadores y fabricantes, modificando la oferta de modelos y precios en el mediano plazo.

El decreto 97/2025, publicado en el Boletín Oficial, establece la modificación en los impuestos internos que afectan la venta de vehículos en Argentina. Hasta ahora, los vehículos con un precio mayor a ARS 41.000.000 (aproximadamente USD 45.000 al tipo de cambio oficial) debían pagar un impuesto del 20%, mientras que aquellos que superaban los ARS 75.000.000 (cerca de USD 82.000) enfrentaban una alícuota del 35%.
Con la nueva normativa, los autos valuados entre ARS 41 y 75 millones ya no pagarán el impuesto del 20%. Para los vehículos de más de ARS 75 millones, la carga fiscal se reducirá del 35% al 18%.
Se eliminan los aranceles de importación para autos eléctricos e híbridos de bajo precio FOB, con un cupo anual de 50,000 unidades.
El ministro de Economía, Luis Caputo, afirmó que "estas medidas buscan fomentar el acceso a vehículos más asequibles para los consumidores y potenciar la industria automotriz local". Además, según estimaciones del sector, los precios finales de los autos podrían bajar entre un 15% y un 20% debido a la eliminación de estos gravámenes.
Impacto en la industria automotriz argentina
Las asociaciones automotrices han celebrado estas reformas, ya que podrían generar un mayor dinamismo en la venta de autos en el país. La Asociación de Fábricas de Automotores (ADEFA) expresó que "esta medida es un paso en la dirección correcta para alentar la producción y venta de vehículos en Argentina".
Desde el sector de concesionarios, se espera un incremento en las ventas a partir del segundo trimestre del 2025.
Al mismo tiempo, los fabricantes locales podrían beneficiarse de la eliminación de aranceles para importar autopartes, lo que permitirá reducir los costos de producción y mejorar la competitividad de los vehículos ensamblados en Argentina.
Aunque las medidas están dirigidas al mercado argentino, podrían generar oportunidades para otros países de la región, incluyendo Panamá, que ya importa algunos modelos del país austral. Aunque no es su principal mercado de destino, Centro América recibió 35,487 vehículos de fabricación argentina durante 2024.
La eliminación de impuestos internos y la reducción de costos de producción podrían hacer que modelos de origen argentino lleguen a mercados como el panameño con precios más atractivos. Esto beneficiaría a importadores y concesionarios que buscan diversificar su oferta con vehículos más accesibles.
El impacto de esta reforma dependerá de la estabilidad económica de Argentina y de la demanda interna de vehículos. Si bien la baja en los precios podría estimular el mercado, la inflación y la disponibilidad de financiamiento seguirán siendo factores clave para el desarrollo de la industria.
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