En la Semana Mundial de las Naciones Unidas para la Seguridad Vial vale la pena destacar el rol de las empresas e instituciones en prevenir colisiones y siniestros. A menudo se deja al conductor particular la responsabilidad de evitar colisiones, atropellos o siniestros vehiculares. Debe evitar distracciones, errores y descuidos en el manejo o en el mantenimiento de su auto.
Poco se habla de la movilidad segura de una empresa o institución, y del deber de gestionar la seguridad vial de forma corporativa e institucional.
Lo cierto que se ha demostrado que muchas vidas se salvarían, además de que daños a los bienes, si hubiera un mayor compromiso de las organizaciones.
No es un problema menor. Se cree que seis de cada diez accidentes de trabajo que causan la muerte son siniestros de tránsito, incluido los accidentes automovilísticos mientras se conduce al trabajo. Hasta el 40% de todas las muertes en carreteras están relacionadas con el trabajo.
La movilidad hay que cuidarla y planearla hasta en los más sencillos lugares destacó en el “webinar” llamado “Seguridad vial: una estrategia para su organización” el consultor argentino Juan Emilio Rodríguez, quien es especialista en infraestructura y movilidad segura y sostenible. La conferencia fue organizada por la Autoridad del Tránsito y Transporte Terrestre y el Ministerio de Comercio e Industrias.
Desde el gerente, pasando por el encargado de recursos humanos, deben pensar en todos los espacios de la empresa como lugares seguros. Los estacionamientos (bien señalizados e iluminados), los patios de servicio, los talleres de reparación: todos son importantes.
La gestión de seguridad vial incluye la planificación, el detalle de los horarios, distribución de roles y espacios. También, es crucial la supervisión de todos los procesos.
Las decisiones de los directivos deben incluir criterios de seguridad en las compras de vehículos y otros servicios. Deben pensar, también, en adquirir una flota con sistemas de seguridad activa y pasiva (frenos ABS, airbags, asistencia al conductor).
La estrategia para cuidar las vidas humanas y los bienes se desarrolla en negocios de logística y de transporte, pero también una buena “gestión de vehículos” se debe incluir en los planes de los líderes de las empresas con alta concentración de personas como centros comerciales, clubes o centros recreativos.
Establecer horarios y turnos adecuados es una prioridad para que los conductores no se distraigan por sueño o cansancio. Se debe supervisar con sensores o cámaras sus hábitos, sus distracciones, el uso del celular y consumo de alcohol y drogas. Las empresas deben incorporar controles como un protocolo habitual.
La protección del personal incluye las idas y regresos de los trabajadores a sus empresas. Los siniestros ocurridos en esos trayectos se conocen como “accidentes in itinere”, que son los sufridos por los trabajadores al dirigirse o regresar a sus trabajos, que es una ampliación del concepto de “accidente de trabajo”. La importancia de esto es que se debe proteger al colaborador que por temas de turno o cansancio normal se traslade a su casa y pueda colisionar.
Los protocolos, también, son clave para las obras de construcción. A la vez que se avanza en los trabajos, se incorpora un plan de seguridad vial para evitar percances de la propia flota o contra terceros.
Los beneficios de una sana cultura de prevención son muchos: salvar vidas, reducir daños físicos, cuidar los autos y bienes, gastar menos dinero en reparaciones, controlar los gastos en seguros y primas y facilidad de crecimiento empresarial y oportunidades de negocio.
El especialista Juan Emilio Rodríguez resaltó la importancia de aplicar en Panamá la norma internacional ISO 39001 elaborada por la Organización Internacional para la Estandarización (ISO) que especifica los requisitos para implantar un Sistema de Gestión de Tráfico de Seguridad o de Seguridad Vial para que las organizaciones que interactúa con el sistema vial reduzcan el número de muertes y lesiones y heridos graves derivados de los accidentes de tránsito.
Un beneficio de gran valor para las empresas que aplicar la ISO 39001 es diferenciarse en el mercado al subir el nivel en reputación como una empresa preocupada por la vida de sus trabajadores, lo cual genera menos conflictos legales, demandas y reclamaciones.
Y por el contrario, los costos de no hacer nada en materia de seguridad vial, son múltiples y graves para los conductores: necesitan atención de salud, o incluso funeraria, en un caso extremo.
Se debe atender una pérdida en su capacidad productiva, en ser reemplazados temporal o permanentemente, necesitarán compensaciones económicas y gastos en reentrenamiento.
Sin mencionar los gastos adicionales de los vehículos de la empresa, por detenciones obligadas, mantenerse inoperativos, gastos en reparaciones, pérdida de valor en la reventa, pérdida de la vida útil y aumento de los costos de los seguros.
La mencionada norma debe ser aplicada por todas las instituciones públicas y privadas, es una materia que se debe gestionar donde se administren los recursos humanos. Hay que comprender que todos se mueven en espacios públicos de movilidad, tanto para el uso interno como las actividades externas en la vía pública.
Debemos tomar conciencia todos los que tomamos decisiones, a nivel público o privado. Las instituciones participan en el sistema de movilidad al ser parte de la regulación y uso de la infraestructura pública, el transporte, el urbanismo, la salud y la educación. Mientras que en el sector privado, a través de constructoras, centros comerciales, transportistas, servicios, clubes recreativos, entre otros.
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