El lunes 20 de septiembre, los directores generales de Deutsche Umwelthilfe (DUH) una ONG alemana comprometida con estilos de vida sostenibles y formas económicas que respetan los límites ecológicos, han presentado por primera vez una demanda climática en contra empresas alemanas. Las demandas están dirigidas específicamente a las compañías automotrices BMW y Mercedes-Benz. Las solicitudes se presentaron ante los tribunales regionales competentes de Múnich y Stuttgart. Los ecologistas dicen que han demandado a las dos firmas automovilísticas por negarse a cumplir con sus responsabilidades climáticas.
Le han pedido a BMW y Mercedes que reestructuren sus empresas de una manera más respetuosa con el clima, en la que reduzcan drásticamente las emisiones de CO2 de sus vehículos de acuerdo con las disposiciones adquiridas en el Acuerdo de París y la Ley alemana de Protección del Clima, tambien han solicitado a estas compañías que completen una eliminación gradual de los motores de combustión de sus autos a partir de 2030. Esta ley establece que las emisiones de los sectores económicos alemanes deben reducirse al 65 % para 2030 y que Alemania, como país, debe ser neutral en carbono para 2045.
Los demandantes en el proceso civil son los directores generales de DUH, Barbara Metz, Sascha Müller-Kraenner y Jürgen Resch. Estos son los primeros procedimientos realizados en contra empresas alemanas, basados en un innovador fallo climático del Tribunal Constitucional Federal, presentado en primavera. Inicialmente los ambientalistas le enviaron de septiembre el 2 de 2021 a las automotrices cartas de reclamo, en la que solicitaban a las empresas comprometerse con una protección climática mayor para el 20 de septiembre de 2021. Sin embargo, BMW y Mercedes Benz rechazaron estas solicitudes y como resultado, un proceso en el tribunal en contra de dichas compañías ahora está en marcha.
“El fallo de los jueces constitucionales significa que tenemos un derecho fundamental a la protección del clima. Y este derecho fundamental no solo debe ser respetado por el Estado, sino también por las grandes corporaciones que son responsables de emitir más CO2 que países industrializados enteros. Ahora estamos exigiendo esto en la corte”. Remo Klinger, abogado quien representa la demanda.
Si bien las compañías automotrices no quisieron hacer ninguna declaración vinculante para una protección climática suficiente, ya han comentado las quejas a través de los medios de comunicación. Mercedes anunció, que se defendería con todos los medios legales. Interesante en este contexto es que sólo unos días más tarde llegaron las demandas del Consejo Económico de la CDU en contra de la ONG. La organización de cabildeo de las grandes corporaciones en la CDU quiere prohibir por completo las demandas climáticas contra las empresas.
La inmensa importancia de las compañías automotrices demandadas para la crisis climática se hace evidente cuando se observan las cantidades de gases de efecto invernadero de las que son responsables anualmente sus productos. Al fabricante de automóviles BMW se le debe atribuir la emisión de 93,8 millones de toneladas de CO2 solo para el año 2019, esto es más de lo que emiten estados enteros de la UE como Austria o Grecia. Las emisiones de CO2 de Mercedes-Benz son tan altas como 118,5 millones de toneladas en 2019, que es incluso más, que todo el petróleo que produce Venezuela.
“No es sorprendente que BMW y Mercedes-Benz, que se destacan por sus sedanes y SUV particularmente grandes y sedientos de combustible, se nieguen a hacer una declaración vinculante sobre el cumplimiento de los objetivos climáticos de París y una eliminación gradual del motor de combustión. Durante más de diez años, junto con VW, formaron un cártel criminal que se confabuló para aumentar las ganancias mediante el uso de tecnología de limpieza de gases de escape inferior y perjudicial para el clima y también violó los límites de CO2 de la UE. Con nuestras demandas, obligaremos a BMW y Mercedes a poner fin rápidamente a sus tanques urbanos asesinos del clima y a salir de los automóviles diésel y gasolina a partir de 2030, por decisión judicial”. Jürgen Resch, director gerente federal de DUH.
La crisis climática está llegando más fuerte y más rápido de lo que muchos temían. Es por eso que, según dicen desde DUH no pueden aceptar que las grandes corporaciones globales influyentes y financieramente fuertes eludan su responsabilidad social. Estas constantemente se jactan en público de sus supuestos planes verdes. Pero en realidad ellos mismos saben lo que todos pueden leer en los cálculos de la demanda, en donde solo torpedean la protección del clima y el Acuerdo de París con vehículos dañinos para el clima y que ni siquiera piensan en abandonar en diez años.
Para los demandantes estos planes no son suficientes para impedir que la temperatura global siga aumentando. La demanda podría sentar un precedente legal y hacer que suceda algo similar con una está preparando Greenpeace en Alemania en contra del grupo Volkswagen. Ahora solo queda esperar a ver en que termina este proceso legal en contras de las dos grandes automotrices alemanas y depende del Tribunal de distrito de Alemania decidir si se debe llevar adelante el caso o no.
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