Volvo Cars ha anunciado que retrasará la producción de su nuevo modelo eléctrico, el EX90, debido a problemas de suministro de componentes clave como los chips y las baterías. El EX90 que fue presentado hace algunas semanas, es el tercer vehículo eléctrico de la marca, después del XC40 Recharge y el C40 Recharge, y estaba previsto que saliera al mercado a finales de este año.
Sin embargo, la crisis global de los semiconductores y la alta demanda de baterías han obligado a la compañía a posponer el lanzamiento del EX90 hasta mediados de 2024. Según un comunicado de Volvo Cars, la decisión se ha tomado para garantizar la calidad y la seguridad del producto, así como para cumplir con las expectativas de los clientes.
El retraso en la producción del EX90 supone un contratiempo para el ambicioso plan de electrificación de Volvo Cars, que se ha propuesto ser una marca totalmente eléctrica para 2030. La empresa sueca ha sido una de las pioneras en apostar por la movilidad limpia y ha diseñado sus últimos modelos desde el principio para la electrificación.
Volvo Cars ofrece actualmente una versión híbrida enchufable de cada uno de sus modelos y tiene previsto lanzar un modelo eléctrico cada año hasta 2025. Su objetivo es que los vehículos eléctricos representen el 50% de sus ventas globales para ese año y el 100% para 2030. Para ello, ha firmado acuerdos con LG Chem y CATL, dos de los principales fabricantes de baterías de litio-ion del mundo.
Además, Volvo Cars ha aumentado su enfoque en las ventas en línea y ha creado una oferta más completa, atractiva y transparente para los consumidores bajo el nombre de Care by Volvo. Todos los modelos eléctricos estarán disponibles solo en línea y contarán con un paquete que incluye el servicio, el seguro y la garantía.
Volvo Cars espera que el retraso en la producción del EX90 sea temporal y que pueda recuperar el ritmo lo antes posible. Mientras tanto, sigue ofreciendo a sus clientes una experiencia de conducción eléctrica inspirada en el planeta y diseñada para su vida.
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