Hace algunos años la gran mayoría de los componentes de un auto se podían reparar como la cremallera, el compresor del aire acondicionado, componentes de carrocería o tantas otras que hoy en día, según su fabricante deben ser desechadas y reemplazadas.
Pero según un informe de AXA Switzerland, las piezas de repuesto para la reparación de automóviles, aunque facilitan y aceleran los procesos de reparación, tienen una connotación negativa para el medio ambiente. Suena extraño, pero su producción está ligada a altas emisiones de CO2 y cuando se desechan se convierten en contaminantes, algunas con materiales más difíciles de desechar que otras. Y reemplazar componentes completos trae otros problemas como los costos usualmente altos los repuestos en el sector automotriz.
Según la firma de seguros Suiza “aunque, afortunadamente, los accidentes graves son cada vez menos frecuentes, los daños menores en la carrocería, los parabrisas y las lámparas van en aumento. Sin embargo, incluso los daños menores a menudo no se reparan. En cambio, los componentes completos simplemente se reemplazan por otros nuevos, a pesar de la disponibilidad de opciones alternativas.”
Uno de los principales obstáculos la formación del personal, que usualmente no está capacitado para recuperar los componentes a su estado original y cuya capacitación se limita al reemplazo de las partes. El reforzamiento de la capacitación inicial y continua dentro de los talleres es importante para que la reparación de componentes o lo que llaman “microreparaciones”, sea posible.
La reparación de componentes también permite crear nuevas plazas de trabajo, que, aunque a simple vista puede verse como un camino para encarecer las reparaciones, es compensada por la diferencia de precio entre la reparación y un componente nuevo. Esto ayuda a dinamizar la economía, en un sector tan dinámico como el automotriz.
El segmento donde aún se ve este trabajo especializado y artesanal es en las reparaciones de carrocería, especialmente en lo que a la chapistería se refiere. Aunque reemplazar piezas completas con daños menores es común, aún existen profesionales capaces de recuperar el metal a su condición original.
También queda en duda la confiabilidad de las reparaciones. Es necesario que el diseño de componentes brinde la opción de su reparación, y que se ofrezcan los componentes necesarios para recuperar estas partes con los procesos de capacitación para que la calidad sea la misma que la que podría encontrarse en un componente nuevo.
En última instancia, el medio ambiente sería el mayor ganador. AXA Switzerland concluye que un mayor énfasis en la mano de obra calificada y una reducción de la mentalidad de descarte ayuda a reducir la presión sobre los recursos y reducir las emisiones de CO2.
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