Probamos en China el prototipo del Chery Himla 2025: la pickup que quiere desafiar al Hilux
- Benjamín Chellew
- hace 2 minutos
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Cuando Grupo Q nos invitó a China, el objetivo principal era conocer uno de los productos con mayor relevancia dentro del plan de expansión internacional de Chery Automotive: su primera pickup, el Chery Himla. Sabíamos que podríamos verla en el Auto Show de Shanghái, pero lo que no esperábamos era tener la oportunidad de manejarla. Sin embargo, la fábrica tenía preparada una experiencia exclusiva para los invitados con las primeras unidades de este modelo.

Chery no quería que nos fuéramos de China sin haber probado el que podría convertirse en su próximo superventas. Por eso, tres prototipos nos esperaban en una pequeña pista de pruebas. Todos con carrocería doble cabina: dos con caja automática y uno con transmisión manual.
Cuando uno escucha “prototipo”, piensa en un vehículo inacabado, con plásticos sueltos, tecnología limitada y sensaciones de manejo comprometidas. Pero el Himla que nos presentaron ya se siente como un modelo en su fase final de desarrollo. Algo que llamó mi atención fue que parte del equipo de ingeniería estaba aplicando encuestas para conocer nuestras impresiones al detalle.
Chery sabe que tiene un vehículo listo para producción, pero aun así quiere afinar su propuesta escuchando a medios e importadores antes de su debut comercial. La marca se está tomando muy en serio su ingreso al competitivo mundo de las pickups medianas.

Desde el primer vistazo, el Himla impone. Su presencia robusta, líneas modernas y acabados exteriores podrían fácilmente pasar por una versión de serie.
Nos subimos a una unidad equipada con motor 2.0 litros turboalimentado y transmisión automática de ocho velocidades. Aunque no se han revelado cifras oficiales de potencia o torque, el comportamiento dinámico es sólido, tanto al arrancar como en recuperaciones a velocidad. Si mi “dinamómetro mental” no me falla, podríamos estar hablando de unos 180 caballos de fuerza, lo que lo pone a la par de los referentes tradicionales del segmento.
La prueba se realizó sobre una superficie de tierra seca y suelta. Lo primero que me gustó fue la dirección: precisa y con respuesta inmediata. La suspensión ofrece una mezcla de sensaciones: absorbe bien las irregularidades y el chasis transmite solidez, aunque en ciertas condiciones se siente algo rígida.

Curiosamente, la versión con transmisión manual resultó más cómoda. ¿Diferente puesta a punto? ¿Otra calibración de suspensión? No obtuvimos una respuesta concreta, pero es probable que estén evaluando distintas configuraciones en esta fase de validación. La arquitectura incluye suspensión delantera de doble horquilla y eje trasero rígido con hojas de muelle, una fórmula tradicional en este tipo de vehículos.
La caja automática destaca por su suavidad y predictibilidad: no hace cambios bruscos ni innecesarios, lo cual habla bien de su programación aunque deja percibir algo de 'lag' del motor. La manual también me gustó, aunque sufre de la falta de una conexión mecánica más directa; a veces hay que buscar la marcha. Aun así, es cómoda y se nota que Chery está trabajando en ofrecer una experiencia de conducción refinada, incluso en un segmento donde suele predominar una sensación más agraria.

Por dentro: más SUV que pickup
El interior recuerda más a un SUV premium que a una camioneta de trabajo. Equipa una pantalla flotante de aproximadamente 15 pulgadas, tablero digital completo, volante multifunción y materiales bien integrados. Todo transmite un nivel de refinamiento poco común en este tipo de vehículos. Los asientos ofrecen buen soporte y la ergonomía general es muy agradable.
A pesar de tratarse de un prototipo, el Himla ya incluye tecnologías como encendido por botón, cámara envolvente de 540 grados y diversos asistentes de conducción. Chery quiere posicionarlo como un producto global, y cada detalle lo confirma.
Nuestra unidad contaba con modos de tracción 4H y 4L, lo que anticipa un enfoque todoterreno real. Eso sí, notamos la ausencia de bloqueo de diferencial trasero, una sugerencia que dejamos al equipo técnico para que lo consideren en la versión definitiva.

¿Y para Centroamérica?
El Chery Himla está claramente pensado para mercados como Medio Oriente, Australia y Latinoamérica, donde las pickups medianas son protagonistas. Centroamérica parece un destino natural para este tipo de producto, y según nos adelantaron, podríamos ver las primeras unidades en la región hacia el último trimestre del año.
Este primer contacto con el Chery Himla nos dejó claro que no se trata de un experimento más. Es una pickup moderna, bien construida y con una propuesta tecnológica que supera lo esperado en esta categoría. Si el modelo final mantiene estas cualidades —y además incluye la esperada versión híbrida enchufable— podríamos estar ante uno de los lanzamientos más disruptivos del mercado en 2025.