Aunque la transición hacia un mundo dominado por autos eléctricos sigue dividiendo opiniones entre los entusiastas, Porsche ha demostrado ser un referente en electrificación sin comprometer el espíritu deportivo que define a la marca. El Porsche Taycan fue mi primer acercamiento a esta evolución: su torque instantáneo, el control proporcionado por su bajo centro de gravedad y esa esencia de Stuttgart en formato sedán me cautivaron. Ahora, con la llegada del Porsche Macan Eléctrico, la expectativa solo ha crecido.
El Macan, que representó el 27.3% de las ventas globales de Porsche en 2023, es uno de los modelos más exitosos de la marca. La pregunta es inevitable: ¿podrá mantener este nivel de desempeño en su versión eléctrica?
Diseño que combina evolución y ADN Porsche
La nueva generación del Porsche Macan crece casi 6 centímetros en longitud y 1.6 centímetros en ancho, manteniendo prácticamente la misma altura que su predecesor. Estas dimensiones, junto con una distancia entre ejes ampliada y la eliminación del eje de mando, permiten un interior significativamente más espacioso y funcional. Además, incluye un frunk (maletero delantero) donde tradicionalmente estaría el motor de combustión.
La evolución estética del Macan no pasa desapercibida: su silueta esculpida ha reducido el coeficiente aerodinámico de 0.35 a 0.25, mejorando la estabilidad a altas velocidades y optimizando el rendimiento de las baterías. Elementos como la parrilla cerrada, los nuevos faros LED de dos conjuntos y el alerón trasero activo subrayan su modernidad sin perder la identidad Porsche.
El habitáculo del Macan eléctrico combina lujo y funcionalidad con un enfoque tecnológico avanzado. Una pantalla curva de 12.3 pulgadas domina la consola central, equipada con el sistema Porsche Communication Management (PCM), que ahora se basa en Android Automotive OS. Este sistema permite instalar aplicaciones nativas directamente en el vehículo, manteniendo la conectividad habitual sin necesidad de un smartphone.
La atención al detalle es evidente, desde los acabados premium hasta los controles intuitivos, haciendo que cada trayecto sea tan cómodo como emocionante.
¿Se siente como un Porsche?
La respuesta es un rotundo sí, aunque con matices.
El Macan 4, con 408 hp y 620 Nm de torque, ofrece una aceleración suave y progresiva, alcanzando los 100 km/h en 5.1 segundos. Su batería de alta densidad le da una autonomía de hasta 613 kilómetros (ciclo WLTP), ideal para un uso cotidiano. Por otro lado, el Macan Turbo, con 612 hp y 1,130 Nm de torque, acelera de 0 a 100 km/h en solo 3.3 segundos, rivalizando con deportivos de alto rendimiento.
Aunque al ser eléctrico tiene un peso mayor que gestionar, Porsche ha hecho un gran trabajo con la nueva suspensión con amortiguadores de dos válvulas, que esencialmente permiten equilibrar comodidad y deportividad, además de una suspensión neumática, estándar en la versión Turbo y que se mantiene opcional para el Macan 4.
En las carreteras costeras de Cancún, el Macan eléctrico demostró su carácter. Aunque es menos explosivo que el Taycan debido a la ausencia de una caja de dos velocidades, su aceleración progresiva es más adecuada para un SUV familiar.
El Taycan tiene una explosividad que no tiene el Macan. Aunque es rápido, esa sensación que te pega al asiento al presionar el acelerador no está presente, en cambio la aceleración es mucho más suave y progresiva que hace sentido si hablamos de un SUV familiar.
Esto se produce porque el Taycan usa una caja de dos velocidades que multiplica el torque en salida para esa sensación más deportiva. Porsche decidió no equiparla en el Macan, lo que ayuda a darle otra identidad al modelo.
Su manejo es más suave, más dócil. Un auto que se disfruta más en condiciones más cotidianas. Nuestra ruta iba desde el resort Mayakoba en Playa del Carmen hasta la hacienda Kaan a unos 150 kilómetros por trayecto, suficientes para disfrutar de este increíble modelo.
El sistema de frenado regenerativo, diseñado para activarse solo al presionar el pedal, brinda una sensación más natural al conducir, maximizando la autonomía sin comprometer la experiencia de manejo.
El Porsche Macan eléctrico no solo conserva la esencia que ha hecho famoso a este modelo desde su lanzamiento en 2014, sino que también la reinventa. Con su velocidad, confort y practicidad, supera incluso a las versiones de combustión interna, posicionándose como una referencia en el segmento de los SUV eléctricos.
Porsche ha demostrado que la electrificación no significa renunciar al carácter deportivo que define a la marca. Si hay algo en lo que Porsche sigue siendo insuperable, es en diseñar vehículos que enamoran a quienes disfrutan del arte de conducir.
Solo queda una pregunta ¿Crees que logrará mantenerse como líder en su segmento? Esta generación tendrá la gran tarea de sostener las ventas de un modelo del que ya se han entregado más de 800,000 unidades desde su lanzamiento.
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