Europa frena el plan 2035 y deja abierta la puerta a motores a combustión e híbridos
- Benjamín Chellew
- hace 23 horas
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La Unión Europea está reescribiendo uno de los hitos más simbólicos de su transición energética. La Comisión Europea confirmó una propuesta reemplaza la norma actual que buscaba sacar del mercado a los autos nuevos con motor de combustión en 2035. La nueva propuesta cambia la prohibición total del por un estándar de una reducción de las emisiones de CO₂ en un 90% a partir de 2035.

Esta decisión flexibiliza las regulaciones en un momento de presión importante para la industria automotriz europea, que enfrenta la competencia China y las dudas sobre la adopción del vehículo eléctrico.
Hasta ahora, el marco legal apuntaba a que los fabricantes redujeran 100% las emisiones de escape en autos y vans nuevos desde 2035, lo que equivalía a prohibir ventas de híbridos y combustión. El giro propuesto por la Comisión baja ese umbral a 90% de reducción de CO₂ en el escape respecto a las emisiones en 2021, lo que implica que “algunos” vehículos con motor térmico podrían permanecer en el mercado, lo que da un alivio a los fabricantes.
Este cambio llega después un fuerte "lobby” de grandes fabricantes y algunos gobiernos, y todavía requiere aprobación del Parlamento Europeo, aunque todo parece indicar que existen los votos para aprobar la medida.
Reducción de las emisiones en un 90% ¿Cómo esperan lograrlo?
El punto técnico clave es cómo se cubriría el importante recorte en las emisiones. La propuesta permite compensarlo con acero bajo en carbono producido en Europa y con combustibles CO₂ neutrales, incluyendo e-fuels y biofuels, donde el biodiésel y el etanol podrían ganar mucho protagonismo.
También se mantiene la posibilidad de comercializar híbridos, híbridos enchufables (PHEV) y eléctricos de rango extendido, tecnologías menos costosas y más difundidas entre los fabricantes tradicionales.
La Comisión también intenta empujar el lado eléctrico por vías más “industriales” que “prohibitivas”.
Por un lado, propone supercréditos para autos eléctricos pequeños hechos en la UE, de menos de 4.2 metros de largo y con precios entre €15,000 ($17,600) y €20,000 ($23,500).
Por otro lado, el paquete incluye un programa que han denominado Battery Booster. €1.8 mil millones ($2.12 mil millones) para acelerar una cadena de valor de baterías “made in EU”, de los cuales €1.5 mil millones ($1.76 mil millones) se canalizarían como préstamos sin interés a productores europeos de celdas.
Una señal confusa para el futuro de la electrificación
Volkswagen ha calificado el enfoque como “pragmático” y alineado con las condiciones de mercado, mientras que organizaciones como Climate Group lo describen como una “victoria trágica” del negocio tradicional sobre el auto eléctrico.
En el lado institucional, la Comisión lo presenta como un paquete que intenta sostener “innovación, movilidad limpia y competitividad” en un entorno de competencia global cambiante.
Lo cierto es que la Unión Europea no elimina la descarbonización como objetivo, pero sí recalibra la ruta en una industria que ni estaba preparada para ausmir el costo de la transición. En vez de un 2035 “cero emisiones en el escape”, la UE se movería a un 90% con compensaciones, supercréditos para eléctricos pequeños y un empuje industrial a baterías.
De aprobarse, el impacto puede sentirse más allá de Europa. Los fabricantes en todo el mundo tienden a ajustar sus portafolios y calendarios a partir de señales regulatorias europeas, y una meta menos “cerrada” puede prolongar estrategias que mezclen tecnologías de hibridación en más mercados. La pregunta es si esta flexibilidad compra tiempo para competir mejor… o si diluye la claridad que necesitaban inversión e infraestructura para acelerar de verdad.



