Así es el Genesis G90 Wingback, un hermoso wagon que queremos ver en la calle
- Benjamín Chellew
- hace 6 horas
- 3 Min. de lectura
Genesis celebró su décimo aniversario en Le Castellet, Francia, estrenando el GV60 Magma como primer modelo de producción de su gama deportiva y, en paralelo, el G90 Wingback Concept, un wagon de lujo basado en el buque insignia G90.

El comunicado oficial lo define como un “puente entre Magma y el programa One of One bespoke”, es decir, el enlace entre alto rendimiento y personalización a medida, y afirma que el G90 Wingback “es más que un showpiece” y condensa una década de innovación.
El G90 Wingback parte de una base completamente de producción. Está construido sobre la plataforma del G90 sin modificar, con una distancia entre ejes de 3.2 metros y una longitud de 5.1 metros. Es una arquitectura de tracción trasera desarrollada para un sedán de lujo, y preparada para manejar más potencia.

Este chasis puede albergar sin cambios los motores que hoy usa el G90 sedán; un V6 3.3 biturbo y un V8 5.0, con potencias cercanas a 365 y 420 hp. Directivos de Genesis han señalado que ingenieros de la marca ya trabajan en versiones Magma del G90 y del propio Wingback, preparando esta plataforma “para alto performance”. Con un tren motriz probado y una carrocería que respeta las proporciones del G90, la idea de un G90 Wingback V6 Magma de producción suena cada vez más lógica.
Diseño: un estate aristocrático contra la monocultura SUV
En el frente se mantienen rasgos como la Crest Grille, la línea parabólica y las luces Two Line, pero todo se pasa por el filtro Magma: defensas más agresivas con la insignia Magma, tomas de aire inferiores de gran tamaño, canards en los extremos y guardabarros ensanchados. Estos alojan rines de 22 pulgadas con neumáticos de perfil bajo.
De perfil, el techo se estira para crear una silueta de grand tourer wagon sobre la larga distancia entre ejes del G90. La parte trasera sustituye la tapa de baúl por un portón con vidrio muy inclinado, flanqueado por dos alerones y rematado por un difusor de inspiración deportiva.

Todo el conjunto se pinta en un verde profundo y discreto que, según la marca, demuestra que “Magma es mucho más que un color”. En el interior se mantiene el ambiente del G90, pero con asientos y paneles en Chamude acolchado y costuras en verde Magma, además de detalles a tono en volante, tablero y consola.
Luc Donckerwolke, jefe de diseño y director creativo de Genesis, pone el contexto: hoy existe “una multiplicación de SUVs” que terminará creando “saturación”, y será entonces cuando “otras tipologías de autos volverán a ser atractivas”. Por eso habla de evitar una “monocultura de tipologías”. El G90 Wingback, como wagon de lujo amplio y bajo, se planta como anti SUV de alto nivel, pensado para clientes que quieren algo distinto a otro crossover más.

El comunicado oficial concluye que el G90 Wingback Concept “es más que un showpiece” y que expande la visión futura de Magma hacia un espectro de tipologías que incluirá coupés, convertibles y deportivos. Si sumamos que la plataforma es de serie, que el interior se ve listo para rodar y que el chasis admite sin cambios un V6 biturbo de 365 hp, se entiende por qué buena parte de los entusiastas insisten en la misma idea; Genesis debería construir este auto cuanto antes.
Un G90 Wingback V6 Magma sería una verdadera sorpresa, frente a la cada vez menor oferta de wagons de alto desempeño y, al mismo tiempo, una forma de posicionarse como alternativa fresca en un mercado saturado de SUVs. Sería la prueba de que Genesis está dispuesta a llevar su programa Magma más allá de un discurso.



