Una de las principales preocupaciones en cuanto a las baterías de los vehiculos eléctricos actuales es la duración y su vida útil. Y es que, es de saber por todos que a medida que el tiempo pasa, su capacidad de almacenamiento empieza a disminuir. Sin embargo, ¿Cómo sería, si pudiéramos disponer de un tipo de batería con una duración más larga que nuestra propia vida?. Esta preocupación a llevado a muchas fabricantes a realizar numerosas investigaciones con el fin de encontrar una solución que permita a las baterías extender su vida útil.
Esta vez nos encontramos con una idea sorprendente, y que además soluciona otro gran problema, el manejo de los desechos nucleares. Se trata de la propuesta de la Start-up californiana Nano Diamond Battery Inc., que ya ha logrado desarrollar un prototipo llamado Diamond Nuclear Voltaic (DNV), una batería verde de carga propia universal de por vida.
NDB Inc. es uno de los primeros en adoptar y desarrollar esta tecnología de diamante Nuclear Voltaico, que consiste un dispositivo combinado de un semiconductor de metal y cerámica que tiene dos superficies de contacto para facilitar la recolección de carga. Varias unidades individuales se unen para crear una disposición de pila, que se fabrica para crear una superficie de contacto positiva y negativa similar a un sistema de batería común.
La batería de NDB obtiene su energía a partir de isótopos radiactivos reciclados procedentes de desechos nucleares, como el grafito radiactivo que era utilizado con anterioridad en los reactores nucleares refrigerados por grafito. El grafito se encuentra recubierto por una serie de capas de diamante monocristalino nano delgado, que actuaría como un disipador del calor y a la vez como un semiconductor.
De este modo logran ensamblar una batería de tamaño pequeño, que según sus desarrolladores al igual que los isótopos, esta tendría una vida útil de unos 28000 años en los que seguirá emitiendo energía y nunca tendrá que recargarse. Cada capa de la pila DNV consiste en una fuente de salida de alta energía. Este tipo de disposición mejora la eficiencia general del sistema y proporciona un escudo de seguridad multicapa para el producto.
El diamante que se caracteriza por ser uno de los materiales más duros conocido por el hombre, también cuenta con la conductividad de energía más elevada, de manera que es capaz de transferir rápidamente el calor del grafito radiactivo. De este modo las capas de diamante no solo actuaran como acumuladores de energía, sino que también evitaran las fugas de radiación. NDB asegura que los niveles de radiación de una celda son menores que los que emite el cuerpo humano, lo cual hace que su uso también sea seguro en smartphones o portátiles.
La primera industria en la que planean aplicar esta tecnología es la aeroespacial, para luego aplicarla a la industria automotriz, electrónica de consumo o tecnología médica. En el caso de los autos eléctricos, las baterías de NBD prometen una autonomía sin recargas de aproximadamente 90 años, en pocas palabras mucho más que el promedio de vida de un ser humano en la actualidad.
La utilización de residuos radiactivos como proceso de reciclaje nucleares un tema que no muchos han investigado. El objetivo NDB es reutilizar el combustible nuclear mediante el reprocesamiento y el reciclaje para permitir la sostenibilidad y promover una fuente de energía limpia en un entorno seguro.
La firma espera comenzar a vender la batería, incluidas agencias espaciales para misiones de larga duración, dentro de los próximos dos años. De momento no se han desvelado detalles sobre el precio de esta nueva fuente de energía, ya que aun se encuentra en desarrollo.
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