Seguramente nunca han escuchado de Moskvich, una marca de automóviles soviética producida por AZLK de 1939 a 1991 y por OAO Moskvitch de 1991 a 2001. AZLK produjo el primer vehículo en serie fabricado en Rusia, y poco después lo reemplazo por el Moskvich 402, el primer modelo comercializado bajo esta marca.
Moskvich significa “nativo de Moscú”, se fabricó por primera vez en la Unión Soviética y se diseñó para ser un automóvil de pasajeros resistente y asequible, con piezas fabricadas en Rusia y la Alemania Oriental.
Esta marca con raíces profundas en la industria rusa podría regresar sorpresivamente a Rusia, con el anuncio que la Ciudad de Moscú se hará cargo de los activos pertenecientes a Renault en el país luego de la salida del fabricante de automóviles francés del país.
Renault ha cedido su participación del 68% en el mayor fabricante de automóviles de Rusia, AvtoVAZ, con una opción de recompra en un plazo de seis años. Según los informes de los medios, los activos rusos de la empresa se vendieron por un rublo (Aproximadamente $0.016), lo que significa que la Ciudad de Moscú ha tomado el control de la fábrica de forma prácticamente gratuita.
El CEO de Renault, Luca de Meo, dijo en un comunicado que la compañía estaba protegiendo su negocio a futuro en Rusia. “Hoy hemos tomado una decisión difícil pero necesaria, y estamos haciendo una elección responsable hacia nuestros 45,000 empleados en Rusia mientras preservamos el desempeño del grupo y nuestra capacidad de regresar al país en el futuro”.
El alcalde de Moscú, Sergei Sobyanin, dijo que nacionalizaría la fábrica de automóviles de Renault en la ciudad, después de que el fabricante de automóviles occidental dijera que estaba vendiendo su negocio local tras el inicio del conflicto en Ucrania.
La planta, que Sobyanin dijo que tenía una “larga y gloriosa historia”, será reutilizada para producir la marca Moskvich de automóviles de pasajeros que se fabricaron por última vez hace dos décadas.
“El dueño extranjero ha decidido cerrar la planta de Renault en Moscú. Tiene derecho a hacerlo, pero no podemos permitir que miles de trabajadores se queden sin trabajo”, señaló Sobyanin en su blog. “En 2022, abriremos una nueva página en la historia de Moskvich”.
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