En una perspectiva de ver el vaso medio lleno, la Secretaría Nacional de Energía envió un comunicado donde señala que los automóviles 100% eléctricos se están multiplicando, acelerando sus ruedas y superando a los años anteriores. Aunque lo cierto es que de enero a junio se han vendido solo 157 unidades.
La cifra, no obstante, es destacada por la entidad que promueve la movilidad eléctrica, al señalar que en estos seis meses han vendido más que en todo el periodo de 2015 al 2021. También, solo está a tres unidades de alcanzar lo vendido en el 2022, cuando se comercializaron 160 vehículos 100% eléctricos.
La Secretaría es contundente:
La Movilidad Eléctrica en Panamá acelera motores! luego de que en junio se vendieran 37 unidades y se esperaba para este año un ritmo menos acelerado. Vale recordar que los 160 vehículos 100% eléctricos vendidos durante el pasado 2022 duplicaron los 81 de 2021, lo cual marcó una tendencia en el sentido de que cada año se supera el récord del anterior – desde el 2015; excepto 2018-. Empero, este 2023 en solo seis meses casi se iguala las ventas del año pasado”
Comunicado de la Secretaría de Energía
Ese escenario optimista deja de lado que de enero a junio se vendieron un total de 24,604 vehículos (99% a gasolina y diésel), por lo que todavía es muy modesta la participación de ese tipo de autos.
Para julio la entidad adelanta que “es seguro que se deje atrás los 160 vendidos en el 2022, por lo que la expectativa para los siguientes meses es aún más elevada”.
En total, con el registro de junio, la Secretaría destaca que se han vendido un total de 446 vehículos 100% eléctricos vendidos desde 2015 a junio de 2023; mientras que los modelos híbridos –en igual periodo- ya son 3,691. Juntos suman 4,137 unidades durante todos estos años.
Otro hecho destacado por la autoridad que dirige Jorge Rivera Staff, es el aporte del Decreto Ejecutivo N° 51 del 15 de febrero de 2023 y su reglamento a través de la Ley 295 del 25 de abril de 2022, lo cual incentiva el uso de modelos eléctricos en el transporte terrestre.
Habría que agregar que la legislación no ha resultado ser tan atractiva para los conductores. No ha habido una demanda fuerte, y en parte, es porque los incentivos no son tan persuasivos. Se incorporó solo una reducción de impuestos a la importación.
Lamentablemente se eliminaron del proyecto original medidas más creativas, como exonerar del pago en los corredores (Norte y Sur) lo vehículos eléctricos y, tampoco, un aporte o incentivo para la compra de automóviles eléctricos, como si lo hacen otros gobiernos.
Ha quedado un marco regulatorio general pero faltan verdaderos estímulos a los compradores. Los autos eléctricos son más caros que sus equivalentes a gasolina o diésel, y, eso, no lo ha podido compensar la Secretaría de Energía. Se seguirá creciendo, aunque modestamente en comparación a sus pares no eléctricos.
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