Lotus ha presentado el E-R9, un nuevo y espectacular ejercicio diseño de lo que podría ser un auto para carreras de resistencia eléctrico que según el fabricante inglés podría estar en la parrilla de salida de los circuitos de todo el mundo para la temporada 2030.
Con un acabado en llamativo negro y dorado, un recordatorio de la herencia del automovilismo de Lotus que lleva a cuestas 13 títulos de Campeonatos de Fórmula 1, este concepto de monoplaza eléctrico cuenta con un elegante dosel al estilo de un jet de combate montado en el centro de la parte superior de la carrocería en forma de ala delta. Las innovaciones incluyen aerodinámica activa avanzada con paneles de carrocería “morphing” y superficies móviles montadas verticalmente para ayudar en las curvas a alta velocidad.
El E-R9 ha sido desarrollado por Lotus Engineering, la división de consultoría de renombre mundial que trabaja proyectos de ingeniería y desarrollo para clientes externos. Este monoplaza ha sido creado como un escaparate tecnológico de su filosofía, capacidad y espíritu innovador en los campos de la aerodinámica y los sistemas de propulsión electrificados avanzados.
E-R significa Endurance Racer, mientras que 9 es el número de competición del auto elegido en homenaje al pasado de Lotus en las carreras. Fue en un Lotus Mark IX donde el equipo de carreras hizo su debut en las 24 Horas de Le Mans, con el fundador de la compañía, Colin Chapman, entre los pilotos que compitieron. Era el año 1955, lo que significa que el concepto de auto de carrera E-R9, si se realiza en 2030, sería en celebración del 75 aniversario del Mark IX.
El E-R9 fue desarrollado por el equipo de ingenieros de Richard Hill, jefe de aerodinámica de Lotus, y Louis Kerr, ingeniero principal del hiperdeportivo eléctrico Lotus Evija, así como director técnico de Geely Group Motorsports International. Visualmente cobró vida gracias al equipo de Lotus Design, dirigido por Russell Carr, director de diseño de Lotus.
La principal de las innovaciones aerodinámicas del automóvil son sus paneles de carrocería “morphing”. Ubicados a lo largo del perfil del auto, esta adaptabilidad, donde las superficies activas pueden cambiar su forma y actitud ante el flujo de aire, ya sea con solo presionar un botón por parte del conductor o automáticamente de acuerdo con la información de sus sensores. Sus cambios proporcionarían una resistencia mínima en las rectas y una carga aerodinámica máxima en las curvas.
Las superficies de control verticales en la parte trasera generarían fuerzas aerodinámicas para ayudar al automóvil a cambiar de dirección, sin las limitaciones del agarre en la zona de contacto del neumático. El resultado es un maquina que se conduce en parte como un automóvil y en parte como un avión de combate.
El Lotus E-R9 cuenta con un tren motriz eléctrico que acciona cada rueda de forma independiente con un sistema mejorado con vectorización de torque. Se basa en la tecnología ya integrada en el hiperdeportivo eléctrico Lotus Evija, aunque para el E-R9 sería totalmente ajustable por el conductor mientras está movimiento.
Pero al final, toda la capacidad del Lotus E-R9 está son teorías y conceptos que hoy en día serían muy difíciles llevar a la realidad, cómo se dice “el papel todo lo aguanta”. Lo cierto es que es bonito soñar con el potencial de llevar las tecnologías al límite en las pistas de competencia y quién sabe, quizás Lotus nos sorprenda en el 2030 con un bólido avanzado para celebrar los 75 años del début del Lotus Mark IX.
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