En 1979 Fiat Brasil hizo historia con el lanzamiento del primer automóvil del mundo producido en serie y propulsado por etanol, el Fiat 147. Cariñosamente apodado "Cachacinha", por el olor característico que desprende. Por el escape, el modelo es un hito importante para la ingeniería automotriz, que intensificó el foco en el desarrollo de tecnologías para vehículos más eficientes y menos contaminantes.
"El Fiat 147 es un ícono que marcó la vida de miles de personas. Más que eso, hizo historia en la industria automotriz al ser el primer modelo producido en serie con motor de etanol en el mundo. Su legado continúa hasta hoy con la tecnología de motorización flexible, presente en la mayor parte del parque de vehículos ligeros. El etanol se ha consolidado como protagonista en el proceso de descarbonización del país por ser un combustible extremadamente eficiente en términos de emisiones considerando el ciclo de vida completo del automóvil”, Alexandre Aquino Vicepresidente de la Marca Fiat para Sudamérica
Reconocido por su espíritu pionero en la industria automotriz, el Fiat 147 fue el primer modelo fabricado en el Complejo Automotriz de Betim, en 1976. En esa época, trajo una serie de innovaciones, como motor transversal, columna de dirección retráctil, neumáticos radiales, parabrisas de cristal laminado y la rueda de repuesto en el interior del vano motor, aprovechando mejor el espacio.
La historia del Fiat 147 propulsado por etanol comenzó en 1976, cuando se inició la investigación y el desarrollo del motor. Con la primera crisis del petróleo, que comenzó en 1973, los gobiernos y los fabricantes de automóviles de todo el mundo comenzaron a buscar soluciones para reducir el consumo de derivados del petróleo, como la gasolina. En el caso de Brasil, el Gobierno Federal estableció el programa ProÁlcool (Programa Nacional de Alcohol) en 1975 con incentivos para la producción de etanol a partir de caña de azúcar.
Todavía en 1976, la primera participación tuvo lugar en el Salón del Automóvil de São Paulo, cuando la marca presentó un prototipo del 147 propulsado por etanol con decenas de miles de kilómetros recorridos. Al año siguiente se realizó la mejora técnica del producto y se produjeron nuevas unidades, las cuales fueron sometidas a diversas pruebas.
En septiembre de 1978, un Fiat 147 realizó la que sería la prueba definitiva para la creación del primer motor brasileño de etanol: un viaje de 12 días y 6.800 kilómetros por el país, con una media de más de 500 kilómetros diarios, tres mil kilómetros sobre el terreno y variaciones climáticas superiores a los 30 grados.
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