Una problemática a la que se enfrenta la movilidad eléctrica hoy en día, es que no existe ningún tipo de estándares que regulen el desarrollo de las baterías. A pesar del rápido crecimiento de la demanda en las baterías de iones de litio en todo el mundo, la mayoría de los fabricantes se han centrado principalmente en hacerlas más baratas y más eficientes, sin embargo, algunos expertos han expresado que también existe una amplia gama de métodos de reciclaje que hasta ahora no se han tenido en cuenta, para ellos este es el momento de considerar más seriamente que hacer con estas baterías al final de su vida útil.
Si bien es cierto, los autos eléctricos serán unos de los grandes aliados en la lucha contra el cambio climático y la reducción de la huella de carbono a nivel mundial una vez se aborden todos los desafíos éticos y medioambientales que suponen el desarrollo producción y reciclaje de baterías que componen este tipo de vehiculos. Greenpeace señala en un estudio realizado en 2020, que un total de 12,85 millones de toneladas de baterías de iones de litio de autos eléctricos llegarán al final de su vida útil entre el año 2021 y 2030.
Al mismo tiempo, que se extraerán alrededor de 10,35 millones de toneladas de litio, cobalto, níquel y manganeso para la fabricación de nuevas baterías. En este sentido, no existe un procedimiento estandarizado para los diseños, materiales y químicas de las baterías que se fabrican, dificultando su reciclado. Las proyecciones muestran un aumento de la extracción, para 2030, el uso de litio en la producción mundial de este tipo de baterías será 29,7 veces mayor que en 2018. Mientras que de cobalto, a partir del año 2021 a 2030, la producción de baterías consumirá el 30% de las reservas de todo el mundo.
El Laboratorio Nacional Argonne del Departamento de Energía de los Estados Unidos (DOE) en vista de esta problemática ha firmado un memorando de entendimiento con la Asociación Nacional de Fabricantes Eléctricos (NEMA), una organización que representa a los fabricantes de almacenamiento de energía en todo EEUU. Según este memorando, el objetivo principal de las dos organizaciones es el de cooperar en el desarrollo de estándares para el reciclaje para baterías de iones de litio en función de su diseño.
“Si no innovamos para abordar los desafíos al final de la vida útil y consideramos los impactos ambientales a medida que se producen más y más baterías, entonces vamos a tener un gran problema dentro de diez años”.Jonathan Stewart, director de la industria de la división de Productos y Sistemas de Servicios Públicos de NEMA.
Las variaciones en los diseños de baterías, materiales y productos químicos, así como los métodos de reciclaje, pueden afectar los procesos de dicho reciclaje. Esto hace que el desarrollo de un conjunto común de estándares sea extremadamente complejo. Es por ello que los científicos de Argonne y expertos de NEMA se lo han tomado muy en serio y explorarán estas complejidades en su memorando con el objetivo de identificar los estándares que los fabricantes y recicladores pueden usar para evaluar la cantidad de material extraíble y reciclable en varios sistemas de baterías.
El desarrollo de una normativa requerirá la participación de todas las partes interesadas. Para ello el laboratorio Argonne trabajará para involucrar a muchas de las organizaciones con las que ya trabajan. Esto incluye a los involucrados en el centro de investigación y desarrollo de reciclaje de baterías dirigido por Argonne, el centro ReCell.
“Los estándares pueden dar a los recicladores una línea de base sobre cuánto material y, a su vez, cuántos ingresos pueden esperar recuperar de una batería. También pueden ayudar a los fabricantes a comprender qué materiales y diseños probablemente sean más reciclables, lo que puede informar su investigación y desarrollo”.“Nuestras décadas de experiencia en la investigación de baterías y las herramientas especializadas que tenemos para resolver problemas en este espacio son lo que nos convierten en un buen socio en este esfuerzo. Estamos entusiasmados de integrar nuestro conocimiento con la experiencia de NEMA en la industria para crear un mercado de reciclaje de baterías más robusto aquí en los Estados Unidos”.Jeff Spangenberger, líder del grupo de I+D de Reciclaje de Materiales en Argonne y director del Centro ReCell
Es conocido por todos que los vehículos eléctricos tienen casi cero emisiones, pero la fabricación de sus baterías es intensiva en carbono, incluyendo la minería, el procesamiento, el transporte y la fabricación. Según el cálculo de Greenpeace East Asia, se pudo demostrar que la reutilización de baterías puede ahorrar 63,34 millones de toneladas de emisiones de carbono en la fabricación de nuevas baterías. Hoy día solo 6 fabricantes representan el 72% de la producción mundial de baterías, y todos de Asia CATL, Panasonic, BYD, LG Chem, Guoxuan Hi-Tech y Samsung SDI.
El alto consumo, la explotación de los recursos y las economías de descarte han causado el cambio climático. La responsabilidad de los fabricantes es la de mitigar sus emisiones de carbono, es por ello que la reutilización es un proceso fundamental. Del mismo modo los gobiernos tienen la responsabilidad de exigir mejores sistemas de reciclaje y reutilización para las baterías de vehículos eléctricos.
Si bien, ya existe el etiquetado en las baterías de iones de litio que está estrictamente regulado, sin embargo, la mayoría de los paquetes de baterías ofrecidos al no estar estandarizados no contienen información detallada sobre la composición química de cada elemento. Así, las empresas de reciclaje pueden encontrarse diferentes versiones de baterías de diferentes químicas para un mismo modelo de automóvil, lo que dificulta su reciclado.
Para hacer que los autos eléctricos sean una solución sostenible, los fabricantes de baterías y las automotrices tienen la responsabilidad de apoyar más las economías circulares. Así, a clave para que el auto eléctrico sea verdaderamente ecológico es la utilización de químicas que estén enfocadas a un ciclo de vida útil de las baterías mucho mayor, además de cumplir con estándares, como un mejor etiquetado que contenga información más detallada.
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