Cummins, mejor conocido por ser un prominente fabricante de motores de camiones, ha accedido a pagar una multa de $1,675 mil millones. Esta cifra establece un récord como la penalización civil más alta jamás impuesta por una violación a la Ley de Aire Limpio de EE.UU., según informó el Departamento de Justicia de Estados Unidos el viernes pasado.
La controversia central gira en torno a la instalación por parte de Cummins de los denominados “defeat devices” en sus motores. Estos dispositivos permiten eludir o desactivar los controles de emisiones, como sensores de emisión y computadoras a bordo. Según la investigación, Cummins utilizó estos dispositivos en 630,000 motores de camionetas RAM 2500 y 3500, modelos 2013 a 2019, y dispositivos de control de emisiones auxiliares no declarados en 330,000 motores de modelos 2019 a 2023.
El Fiscal General de Estados Unidos, Merrick Garland, destacó que “las estimaciones preliminares sugieren que los dispositivos de derrota en algunos motores Cummins han provocado que estos produzcan miles de toneladas de exceso de emisiones de óxidos de nitrógeno”. Este tipo de emisiones son especialmente dañinas para la salud pública, exacerbando condiciones como el asma e infecciones respiratorias. La Administración de Protección Ambiental (EPA) subraya que las comunidades vulnerables, a menudo situadas cerca de carreteras, son las más afectadas por estas emisiones nocivas.
Cummins, por su parte, ha anunciado que espera asumir un cargo de casi $2.04 mil millones en el cuarto trimestre para resolver reclamos regulatorios relacionados con casi un millón de motores. Sin embargo, la compañía ha declarado que no tiene evidencia de actos de mala fe y no admite haber cometido un acto ilícito.
El acuerdo formal, que aún requiere la aprobación del tribunal, se hará público tan pronto como el próximo mes. Stellantis, propietario de RAM, se ha abstenido de comentar al respecto. Se ha iniciado la revisión de los 960,000 vehículos afectados en Estados Unidos y se actualizará el software de control de emisiones.
Este caso se suma a un historial reciente de sanciones significativas en la industria automotriz por violaciones ambientales. En 2022, Fiat Chrysler Automobiles, ahora parte de Stellantis, se declaró culpable de conspiración criminal en un caso similar, pagando casi $300 millones. Además, Volkswagen enfrentó una penalización de $1.45 mil millones en 2017 por instalar dispositivos de derrota en 11 millones de vehículos a nivel mundial.
La noticia llega después de que Cummins anunciara en abril de 2019 una revisión interna de su proceso de certificación de emisiones y cumplimiento normativo. La empresa ya había tomado cargos de $59 millones para abordar los costos de revisiones de los modelos RAM y el Nissan Titan, que también están bajo escrutinio.
Esta multa también llega con un impacto significativo en las acciones de Cummins, que cayeron un 2.3% a $238.47.
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